Primero, aprender a quererse.
Reconocernos humanos, sensibles, creativos.
Capaces de ser y hacer más allá de lo que imaginamos.
Vulnerables. Rotos y emparchados.
Pero dispuestos.
A soñar lo que nos plazca.
A hacer lo que nos gusta.
A crear lo que nos falta.
A cambiar lo que haga falta.
Para así reconocernos en el espacio… en el tiempo…
Siendo… haciendo…
Y descubrir… que el reflejo en el espejo no es solo una imagen,
Sino una historia que contar.
La autoestima es una habilidad que cuando se ejercita puede transformarlo todo. ¿Qué tal si empezamos hoy?
Tu idea vale el esfuerzo