Antes de tener una buena idea…

¿De qué me sirve una buena idea si no tengo tiempo? ¿Si no tengo motivación? ¿Si me faltan las herramientas necesarias? ¿Si no se gestionar la frustración? ¿Si no puedo enfocarme en nada creativo?

Con las ideas pasa exactamente lo mismo que en la parábola: “Si el grano cae en terreno pedregoso, se seca y muere”

“Antes de tener una buena idea, prefiero tener una vida en la que las buenas ideas puedan realizarse”

Las buenas ideas ocurren de tanto en tanto, ¡muy cada tanto! Mientras tanto, en lugar de esperar sin hacer nada:

  • Reorganizar mi agenda para que haya tiempo para la creatividad
  • Estar siempre en contacto con las cosas que me motivan
  • Asegurarme de tener las mejores herramientas que pueda conseguir
  • Aprender a gestionar la frustración
  • Adoptar el hábito de práctica creativa

Se trata de un trabajo de todo los días que no hace más que preparar el terreno para que cuando la buena idea aparezca, ¡pueda suceder!

Manos a la obra, vamos.